De todos son bien conocidas las ventajas y los inconvenientes que se nos vienen a la mente cuando hablamos del HOSTEL.
Para los más delicados o
exquisitos al decirle hostel se le viene a la mente imágenes de camas apiladas
y trastos de otros húespedes dispersos por la habitación, de gente entrando y
saliendo de tu habitación durante todas las horas de la noche,baños compartidos, un hostel o
albergue siempre se ha relacionado por norma general como un lugar sucio, pequeño, incomodo, en definitiva poco
comfortable.
Los más aventureros y con pocos
recursos económicos lo definen de una forma más positiva, lo ven como un lugar
donde se puede conocer gente de todos los lugares posibles, un lugar donde el
compañerismo y el respeto prevalece ante todo, un lugar donde se convive con
mucha gente, un lugar donde en cualquier momento es bueno para aprender algo
nuevo o para montar una tertulia o una fiesta con gente desconocida, y lo más
importante BARATO.
Si, es un lugar donde lo
compartes todo, habitación, baño, salón, cocina y comedor, e incluso puedes que
acabes compartiendo hasta la pasta de dientes. Pero no nos cabe duda que es un
lugar donde se vive de manera diferente a la habitual, y donde se pueden tener
grandes experiencias. Pero, ante esta vida que os mostramos de convivencia,
comunidad, anarquía… ¿Hay que renunciar al diseño, al estilo, al confort, a la
hospitalidad?
Desde hace un tiempo (sobre todo
desde que estamos inmersos en esta crisis) está emergiendo una nueva clase en
la sociedad, esta nueva clase está compuesta por jóvenes con pocos recursos (y
no tan jóvenes) estudiantes, cultos, aventureros, apasionados de los viajes y
de conocer mundo y apasionados del DISEÑO que se conformaban con una cama en
una habitación de 14 camas apiladas, bastante funcionales a lo que reducir
espacio y beneficios para el hostel se refiere, pero escasa de un buen diseño
donde primara la ergonomía, la confortabilidad y la estética; hasta ahora.
Siempre hemos tenido un concepto
desacertado y una actitud de rechazo frente a estos lugares. Pero la cosa esta cambiando,
y mucho. Hoy en día, los hostels representan una nueva forma de vida, de viaje,
y cada vez este servicio “low cost” está mejorando y creciendo y manteniéndose
económico, un claro ejemplo de ello son los magníficos ejemplos que os mostramos a continuación:
El primero de ellos es el #Bunk hostel, en Estambúl, Turquía, recomendado para viajeros urbanos apasionados en el diseño, este hostel ofrece un ambiente que mezcla estilo, comodidad, cultura, arte y diversión que podemos encontrar cama por 26 euros.
El siguiente ejemplo se encuentra
en nuestra ciudad, hablamos del Oasis Palace Sevilla, un palacio del siglo XVI completamente restaurado diseñado para la interacción
con los otros viajeros, con una fantástica piscina en la azotea, bar con
terraza cubierta y al aire libre, y con un bar propio.
También tenemos el "The Independente Hostel" en Lisboa, Portugal, uno de nuestros favoritos, esta situado en la antigua residencia del Embajador de Suiza y puedes pasar la noche por solo 10 euros.
La ocurrencia de tres hermanos viajeros cuyo concepto hospedero habla de historias y experiencias compartidas fue a tomar un palacete en la frontera de Principe Real y Bairro Alto para convertirlo en un hostal juvenil y cosmopolita, hipster si se quiere. El antiguo espacio de las Juventudes Socialistas y residencia de un embajador, ahora divisa desde su posición de mirador el castillo de San Jorge y el mismo cauce del Tajo con otra perspectiva, la de recuperar Lisboa para los lisboetas. Be a local, be independente. Ese es el lema.
Para empezar, un restaurante abierto a cualquiera, de ilustrativo nombre (The Decadente), tan chic como informal, de murmullo popular y de productos locales en la cocina.
Para empezar, un restaurante abierto a cualquiera, de ilustrativo nombre (The Decadente), tan chic como informal, de murmullo popular y de productos locales en la cocina.
Una vieja báscula preside una mesa decorativa como anticipo de cierto guiño retro en el resto de espacios comunes y privados.
La arquitecta Catarina Cabral es la responsable de esta imagen, la que se ha pateado mercados y anticuarios a la caza de teléfonos y cacharros antiguos, mecedoras y maletones, butacas vintage que encajen entre el mármol y el suelo ajedrezado de la entrada, la madera noble y los techos infinitos, las molduras originales en las paredes y el armazón de art dèco.
Tras el restaurante, un lounge para huéspedes y un bar al aire libre. Lo destartalado casual listo para la foto.
La tarima, las paredes blancas y los techos tan altos dan sensación de mucho espacio en unos dormitorios sin duda espaciosos. El punto aquí son las literas inspiradas en cajas de fruta.
La tarima, las paredes blancas y los techos tan altos dan sensación de mucho espacio en unos dormitorios sin duda espaciosos. El punto aquí son las literas inspiradas en cajas de fruta.
Más convencionales son las camas de las cuatro habitaciones con vocación suite y balcones directos al Tajo. Así de bohemio es todo.
El siguiente lo tenemos en la capital del reino, en Madrid, se trata de Uhostels.
Es un hostel moderno y vanguardista, la ejecución de este espacio corrió a cargo de la empresa de interiorismo UNIFICA. Cada una de sus 6 plantas tiene un color característico y en sus muros podemos leer frases célebres del mundo viajero, que inspiran al huésped en su aventura en la ciudad.
Esperamos que os sirva esta información para vuestras próximas aventuras y que disfrutéis de sus diseños tanto como nosotros y no olvidéis de comentarnos lo que os ha parecido!. Hasta el próximo post!